Estamos asistiendo a un debate fundamental sobre la megamineria a cielo abierto, de un lado se encuentran los defensores de esta actividad y por el otro aquellos que la criticamos duramente.
Como en cualquier discusión, se trara de exponer los argumentos que guian cada una de las posciones, o en su defecto destruir aquellos elementos explicativos del "bando contrario".
Es común escuchar por parte de los sectores pro-mineros, las falacias que cometemos los "pseudo ambientalistas" o "falsos progresistas" al declarar que la megamineria a cielo abierto es un actividad altamente contaminante, destructiva y que no genera desarrollo en ninguno de los sitios donde se instala.
Según su opinion, este tipo de mineria, generalmente destinada a extraer oro, plata y metales preciosos, representa un beneficio para las economias locales de provincias que no poseen otros recursos para explotar, como la ganaderia o agricultura, por ejemplo.
Sin embargo, existen numerosas provincias que han emprendido proyectos mineros, que gozan de la "buena de dios" y disponen de otros recursos, ganaderia, pesca, agricultura, actividades vitivinicolas, inclusive hasta petroleo y gas. Tal es el caso de Santa Cruz, Rio Negro, Mendoza, para señalar algunas.
Es decir, no es una actividad reservada para las provincias "pobres", de hecho dos de las provincias más pobres de argentina no registran actividad minera alguna, Chaco y Formosa.
El argumento de que permite salir del subdesarrollo a provincias con escasos recursos es falsa, primero porque muchas provincias mineras tiene otros alternativas y segundo porque la megamineria a cielo abierto no elige las regiones según el grado de desarrollo, sino que opera donde existen las condiciones objetivas: mineral en cantidades relevantes, legislación "debil", baja o nula regulación, un reducido nivel impositivo sobre la extracción, escaso control medio ambiental, policia corruptible, etc.
El segundo argumento en favor de la megamineria a cielo abierto, señala que los "efectos colaterales o secundarios" de la actividad minera generan posibilidades economicas para la población local. Por ejemplo, revitalizan el comercio, impulsan la industria de la "polvora", al utilizar varios insumos promueven la industria nacional, contratan una gran cantidad de mano de obra destinada a la construcción de infraestructura necesaria para los emprendimientos, entre otros.
Sin embargo, hay que señalar que la actividad economica que despierta este tipo de proyectos podría impulsarla cualquier otro tipo de actividad economica, por ejemplo, el turismo.
Ahora, el impulso de proyectos mineros impide el desarrollo de proyectos turisticos, por el daño y la contaminación que genera en el paisaje, por la destrucción de los cerros, por la utilización en gran cantidades del agua, consecuencias muy dificiles de revertir en el corto o mediano plazo.
Por otro lado, las ganacias extraordinarios que genera la megamineria a cielo abierto, que por cierto se la apropia las companias transnacionales extranjeras, produce una serie de "costos" ambientales, sociales, economicos muchas veces superiores al beneficio, y en otros casos simplemente imposibles de medir "cuantitavamente".
El cerro famatina tiene un costo que no se puede estipular en términos materiales, ahora al forma parte de un paisaje es posible que representa una oprtunidad para incentivar proyectos turisticos de todo tipo.
Siguiendo esta linea, la teoría del "desarrollo economico" que trae consigo la mineria es sencillamente invalido: no es la única opcion e impide el desarrollo de otras actividades economicas.
Por si fuera poco, lo que pagan las empresas por explotar un recursos que se encuentra en territorio argentino es insignificante en relación a las cantidades extraidas y su valor en el mercado mundial.
Las regalias que pagan gran parte de las empresas mineras, ronda el 3% del valor del mineral. Es decir, cosechan ganancias extraordinarios, tengamos en cuenta que el precio del oro, expresado en Onzas Troy (Oz), es de 625 dolares por Oz, y pagan una cantidad infintamente menor como "costo" poe extraer un mineral que no es renovable.
Por si fuera poco, el gobierno nacional impulsa una serie de incentivos para atraer inversiones de este tipo, se conoce como "Régimen de Privilegio de Estímulo", donde, entre otras cosas, se reconoce Exención de impuestos a los ingresos brutos, exención de impuestos minicipales, exención de impuestos a los sellos, y deducción del 100% del impuesto a las Ganancias.
Es decir, no solo se paga muy poco por realizar una actividad contaminante que extrae un recursos no renovable, sino que ademas el Estado y las Pronvincias invierten para estimular la actividad.
Esta claro entonces que la megamineria a cielo abierto no representa ninguna oportunidad de desarrollo para la región, y es claramente una oportunidad única para los negocios de las multinacionales, hambrientas de recursos naturales que son escasos en el mundo.
El tercer mito de la megamineria a cielo abierto, tiene que ver con que todos los seres humanos utilizamos minerales en nuestra vida cotidiana, y que por lo tanto es "hipocrita" plantear que no es desable desarrollar este tipo de emprendimientos cuando somos grandes consumidores de minerales.
En este punto, es necesario hacer varias aclaraciones.
Primero, los minerales que usamos todos los días, no son precisamente el oro, plata y minerales preciosos que extraen la megamineria a cielo abierto. Muchos metales que constituyen gran parte de los objetos que el ser humano utiliza diariamente, se extraen producto de lo que se conoce como "mineria subterránea", que es muchisimo menos contaminante que la mineria a cielo abierto.
Segundo, aunque asi lo fuera, esta claro que el ritmo mundial de consumo no es compatible con el planeta tierra, principalmente porque los recursos son escasos y no podemos generar otro medio ambiente distinto al que tenemos. O sea, no podemos exponer como argumento la realidad, simplemente porque es la realidad y todos pertenecemos a ella.
Siguiendo este argumento, el calentamiento global no es un problema, porque todo andamos en auto, utilizamos gas, electricidad, y papel a nuestro antojo.
Y obviamente al pertenecer al mundo de hoy, utilizamos y consumimos un sinfin de metales y minerales que esconden detrás una explotación brutal, no solo de la fuerza de trabajo sino y sobre todo de la tierra y el medio ambiente.
Es hora de cambiar, no de justificar el "no cambio".
La humanidad avanza, asi debe ser, y necesariamente debe plantearse los desafios mas ambiciosos, de lo contrario caerá en la peor de todas las condiciones historicas: la decadencia o barbarie.